Los autores del libro parten de un pensamiento situado para realizar su análisis, y en su fundamento aparecen dos afirmaciones: la política internacional para un latinoamericano es la circunstancia en la cual debe encontrar el camino donde, en un continuo forcejeo, trata de mantener la soberanía. En segundo lugar, entienden que los términos surgidos por la ubicación en la Asamblea Nacional de 1789 en Francia, ya no dan cuenta de la política, por lo que carece de sentido hablar de “partidos de derecha o izquierda”, sino que un nuevo clivaje muestra una confrontación entre soberanistas o nacionalistas y globalizadores neoliberales. A partir de ello, se introducen en las formas en que se manifiesta una crisis de identidad en la mayoría de los países europeos, tomando en cuenta las distintas situaciones culturales, económicas y políticas migratorias.