A 48 años del asesinato del sacerdote Carlos Mugica

En este nuevo aniversario del asesinato de Carlos Mugica lo recordamos como ejemplo de lucha trabajando por una Argentina más justa e inclusiva, siempre con la justicia social como bandera.

Así lo describe el compañero Jorge Elbaum:

«Padre de los pibes descalzos, del reino humilde hecho entre nosotrxs por la presencia del dolor compartido. Hermano de quienes sufren la privación en el exacto momento en que los ojos construyen sus huecos de invierno.» 

Comisión de DDHH, 11 de mayo de 2022.

Señor: perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor: yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
Señor: perdóname por decirles ‘no solo de pan vive el hombre’ y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.
Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz.

Carlos Mugica
Meditación en la Villa, 1972